
Batallando con mis demonios internos
Hoy decidí sentarme a escribir sobre ese lenguaje interno que tenemos a diario y que en condiciones realmente caóticas terminan haciéndonos daño a nosotros mismos y a las personas que nos rodean. Si, esos demonios internos con los cuales batallamos sin cesar en nuestra mente , para no decaer, para seguir siendo positivos, optimistas y confiados ya que las circunstancias no son para siempre y mucho menos permanecemos en el caos personal por mucho tiempo, pero que cuando nos atacan, realmente representan un contrincante fuerte con el cual batallar.
Empezaré por contarles que entre mi lista de deseos o metas próximas, está el hacer un taller y convertirme en Coach Vibracional, sin embargo al encontrarme en esta batalla con esos demonios que no dejan de fastidiar mi mente, lo he llegado a poner en duda ya que en estas últimas 3 semanas, mi vida ha tenido una serie de altibajos que representan grandes pruebas a mi ser, para no perder el equilibrio y la armonía tan añorada a las cuales disfruto a plenitud y las trato como mis niñas consentidas, porque al tenerlas presentes en mi vida, gozo de la plenitud y tranquilidad que tanto añore por muchos años.
Entre tantas cosas pudiese detallar que en menos de un mes se me averió la lavadora, el carro y mi dispositivo móvil, me quede accidentada con mi vehículo, el cual estaba utilizando para obtener otros ingresos, así como también, me encuentro incomunicada de toda red social y acceso a Internet. Las clases de mi pequeña hija comenzaron y aparte de las dificultades que tenemos actualmente de transporte, las circunstancias me han obligado a tener que caminar grandes distancias con una pequeña niña de 3 años, claro está (cuando no me pide que la cargue), solo para algo tan simple como ir y venir de la casa al colegio, oficina y viceversa, como si eso no fuese suficiente hay un ambiente general de caos que veo y siento a mi alrededor por los permanentes anuncios presidenciales que en lugar de generar tranquilidad en la colectividad, representan una grandísima incertidumbre para muchos y es en ese preciso instante donde los demonios internos juegan muy bien su papel y hacen que ponga en duda, si seguir navegando en esta embarcación llamada Venezuela o definitivamente bajarme de ella y navegar en otras aguas.
Todos estos pensamientos están permanentemente en mi mente y a veces siento que en lugar de buscarle solución más bien suman dificultades y le agregan a mi cuerpo una cantidad de estrés innecesario, por ello he puesto en duda si esto de ser coach, me resultará o simplemente esta experiencia es parte crucial de mi entrenamiento previo, ya que he descubierto con todo lo ocurrido que necesito conectarme más con mi ser, con lo que siento y percibo del universo, ahora hablo más con mi hija al caminar, comparto más con ella esos instantes de ir y venir en camioneta o metro, lavo la ropa a mano en un horario especifico y ya estoy durmiendo más profundamente ya que no tomo el celular en mis manos mientras estoy en la cama. Y me pregunto ¿Será que esa es la estrategia de ver la vida con una esencia mágica?, ¿Mirar las maravillas que a diario nos presenta la vida y que dejamos pasar por estar pendientes del reloj?
No paro de pensar, que frente a un auditorio tendría cualquier cantidad de temas para compartir con otros seres, que como yo luchan a diario con sus pensamientos y emociones, pero aun no encuentro ese llamado, quizás por miedo o ¿Porque siento que no estoy preparada? Y es allí en ese preciso instante, donde mis demonios se apoderan de mi cabeza y aprovechan el caos que ocurre en el exterior para enviarme mensajes negativos en milésimas de segundos, haciendo estragos en mi cabeza, pero una luz dentro de mí de tanto practicar, de tanto declarar y de tanto afirmar atraen a mis ángeles internos esos que sonríen y piensan que esto también va a pasar, que si puedo ser parte importante de esa “transformación a una Venezuela hermosa”, que “los buenos somos más” que “todo va a estar bien” y que todo absolutamente todo lo que nos sucede tiene un propósito en la vida, con esas afirmaciones y decretos, vuelve la paz, el equilibrio y la armonía a mi cuerpo, para poder seguir sonriéndole a la vida y confiar que esto también pasara!…
“Tengo que aprender a silenciar mis propios demonios internos; a veces susurran más fuerte de lo que deberían.” Lilith Way Lee

! Que viva la pasión !

Las alianzas, una forma de Inspirar
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