
¿Hacemos una pausa?
Este título me lleva a reflexionar por qué había esperado tanto tiempo para escribir nuevamente, fue necesaria una pausa larga “SI” no es bueno ni malo, simplemente es. Es mi espacio, y en vez de cuestionarme y criticarme lo respeto. Como seres humanos debemos tener esa resiliencia, que nos da la aceptación y amor propio como individuos.
Fue un tiempo de entrega a mis clientes, escuchando y acompañando sus procesos donde cada uno me dejo un gran aprendizaje, es la satisfacción de ver su evolución y desempeño. Eso me tiene feliz. Todos crecimos y aprendimos por igual.
Sin embargo, esta pausa necesaria me dio pie para ver y entender ¿Cuál es realmente mi propósito? Enrumbar mi enfoque en ello, ¡los que me conocen! saben que soy apasionada con lo que se hacer, inspirar me apasiona, sacar de la caja fuerte de nuestra alma y corazón lo que cada uno es, sin expectativas, sin racionamientos, ni cuestionamientos solo dejar fluir, lo demás es mental pueda que te estanques en el proceso y eso te hace daño. Todos esos ítems necesarios para avanzar en este camino llamado vida, todo ese aprendizaje lo pase por mi antes.
Fue muy oportuna la Pausa….Esas pausas te lo hacen ver. En oportunidades no se pueden ver a solas y necesitas de acompañamiento. Eso hice busque el apoyo de personas como mentores, amigos, conocidos que me hicieran llegar a mi centro, así es como lo hago con mis clientes.
Mi huella son mis experiencias que se convirtieron en anécdotas, sino paso por mí no lo entrego. Aunque no tengo una publicidad abierta y ardua, ese es un reto que cada día lo voy asumiendo y aprendiendo. Se que todo trabajo digital debe ser visible y mis clientes en este momento son de forma digital, para las redes estoy en el anonimato, pero es mi proceso, es mi pausa. Mi satisfacción es que mis clientes están contentos y tengan resultados y estén sorprendidos de sus propios logros. Que mayor publicidad que esa.
Llegará el momento en que esta mariposa vuele y sea vista, para que todos puedan disfrutar de sus bellos colores, colores que cada día se hacen más fuertes y llamativos, así lo siento en mi corazón no es una ilusión, esa soy yo… Entre risas pronto con ustedes.
Así que date el premiso de tomarte tu pausa, sin miedo, sin culpas, sin sentir que pierdes el tiempo, pues esa pausa es justa y necesaria para trascender lograr lo que sea que deseas lograr, desde tu esencia, no por moda o porque todo el mundo lo hace, sino porque tus creencias y valores van acorde con tu propósito.
Ese propósito puede ser: pareja, familia, salud, emprendedor, empleado, empresario. Lo que sea no hay límites. Toma la pausa que te llevara al infinito y más allá donde te reencuentras con tu esencia.
¿Cuándo deberías hacer una pausa en tu vida? Esta pregunta llega sin avisar solo se da sin darte cuenta. Sin embargo, en tu inconsciente algo grita detente, respira, cálmate. Eso fue lo que me sucedió y todo se fue dando un día tras otro, caí en un estado de introspección.
Uno de los indicativos puede ser:
- Te sientes estresado, asfixiado, cansado, abatido.
- Te sientes descontento con lo que hiciste durante el día.
- Te siente de mal humor sin motivo.
- Cuando te miras al espejo no te gustas.
- Te sientes cansado sin energía.
Si te identificas con esto, es momento de darte una pausa. Escuchar a tu cuerpo que por lo general no le hacemos caso y de allí surge el peligro de una profunda depresión.
¿Qué es una pausa? Sin ser un término sacado del diccionario, para mi es observar voltear la mirada y verme, ampliar ese nivel de observación y ver al otro, lo que me rodea.
Es reconocer que soy un ser maravilloso que hace más de lo que hago, al igual que tú. Hay que reconocer que mi vida está definida por mis aspiraciones, miedos, retos, pensamientos, mis emociones. Pero sobre todo mi vida la defino yo, no por lo que hago, sino por mis vivencias y experiencias.
Así que, si te identificas con alguna de estas situaciones, es momento de que te des este regalo:
1. Reconoce: Cuando te das el permiso de reconocer lo que te sucede puedes hacer cambios, buscar apoyo si es necesario, en compañía es más ligera la carga.
2. Exterioriza: Deja salir todo lo que tu cuerpo quiera expresar, si quieres llorar no te reprimas hazlo, suelta. Eso te da libertad y paz, el súper liberador. Así el cuerpo no retiene emociones que luego generan enfermedades.
3. Disfruta: Hacer lo que te gusta libera endorfinas, haciendo que tu cuerpo se sienta con más energía, alegre. Eso cambia tu emocionalidad y es el momento ideal para crear nuevas ideas.
4. Respira: Ese acto tan sencillo y complejo a la vez, te conecta contigo con tu esencia, tomate unos minutos puede ser hasta un solo minuto, para respirar toma aire y se consciente de ello.
Si resuenan contigo, haces la prueba y funciona, repite este ejercicio a diario hasta hacerlo un hábito se consciente de estas acciones, tanto de reconocer, exteriorizar, disfrutar y esos encuentros contigo para respirar de forma consciente.
Hazlo las veces que lo sientas necesario.
Te invito a que, si crees que necesitas hacer una pausa, la hagas.
Si este no es el momento, escucha a tu cuerpo cuando te diga que lo hagas, es bueno hacer una pausa para volver a conectar con ese ser maravilloso que eres.
¿Quieres acompañarme hacer una pausa?
Enséñame como ha sido para ti. Si la has tomado…
Cuéntame si mi historia te inspiro hacer una pausa.
Marisol Guzmán
Marisol Guzmán García: Cofundadora de Inspiravidas Profesional en el Área de Atención y Asesoramiento Comercial del Usuario Eléctrico, Master’s Degree “Reiki Usui Shiki Ryoho”, Numerologo, Facilitadora en Neuro-Oratoria. Coach en PNL. Tomando en cuenta la energía que cada persona posee para transformar sus emociones y acciones. Es mi pasión apoyar a las personas a rescatar la fuerza interior que poseen para convertirlas en metas. Siendo responsables, porque tú eres dueño de las decisiones que tomas. , ya que no son transferibles.
También te puede interesar

La empatía del amor
28 junio, 2018
Procrastinar, ¿Lo dejas todo para después?
8 octubre, 2017